Es una técnica que permite acceder a la zona a operar sin necesidad de hacer una incisión quirúrgica clásica. Para poder realizar la intervención se insufla dióxido de carbono la cavidad peritoneal y mediante pequeños orificios se introducen los instrumentos especialmente diseñados y adaptados que nos permiten llevar a cabo la intervención.
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Ventajas sobre la cirugía abierta clásica:
- Recuperación más rápida y sin grandes heridas.
- Disminución de la pérdida de sangre durante la cirugía. La necesidad de transfusiones de sangre es muy baja.
- Aumento de la precisión, gracias a la magnificación de la imagen, ya que para llevar a cabo la intervención se utilizan una serie de monitores de imágenes con un circuito cerrado de televisión, lo que nos permite apreciar un mayor detalle de la anatomía.